El Poke es una de las últimas comidas que he tenido el placer de conocer, y de la que soy fan confesa y absoluta. 



Es una comida de origen hawaiano. Podríamos decir que es una ensalada de pescado crudo marinado, y se puede servir tanto de entrante como de plato principal. Significa “cortar”, y el poke originario era atún sellado en una plancha muy caliente unos segundos y cortado en lonchas finas, al que se condimentaba con aceite y salsa de soja. Más tarde se le añadió arroz cocido, con lo que se convirtió en el poke bowl, ya que se servía en los clásicos tazones chinos para comer el arroz con palillos. Actualmente se ha sustituido en algunos sitios por el arroz de sushi, como es en nuestro caso cuando utilizamos el arroz como base, bastante más laborioso pero con un toque de sabor a vinagre y dulce. 



La presentación es la siguiente: 

Base: La más habitual es el arroz cocido como fondo, bien blanco o integral, o podemos poner arroz de sushi, aunque es muy frecuente utilizar otros cereales como la quinoa. 

Proteína: El pescado crudo es el rey del poke, siendo el más habitual el atún o el salmón, aunque se puede utilizar pez mantequilla, pulpo… Importante estar congelados al menos 2 días para evitar el anisaki. Una opción para los veganos puede ser el tofu. 

Acompañante: Podemos utilizar casi cualquier verdura, algas wakame y/o fruta, como el aguacate, el mango, la papaya o la piña 

Aliño: Es muy importante un aporte extra de sabor que acompañe al plato como la soja, lima, aceites, wasabi, sriracha, tabasco… siempre al gusto del consumidor.



Ingredientes: 

3 solomillos de salmón congelados 
algas wakame 
tomates cherry 
1 granada 
2 aguacates 
150 gr. de quinoa 
Soja 
aceite de Oliva Virgen 
1 lima 
Sal 
tabasco 

Preparación:

Lo primero que tenemos que hacer es cocer la quinoa según los consejos del fabricante. Yo normalmente la lavo bien en un escurridor hasta que sale el agua más clara, la escurro bien y la sofrío un poco, sin llegar a quemarla. Se cubre de agua, normalmente el doble de la cantidad de quinoa que pongamos, se deja cociendo unos 10-12 minutos, y la escurrimos bien para quitar todo el agua. 

Mientras, vamos cortando los solomillos de salmón en daditos, y los dejamos macerando en la mezcla del aliño: soja, unas gotitas de tabasco (a gusto de cada uno), lima, sal y AOVE. Cuanto más tiempo tengamos el salmón en el aliño, más se cocerá con el ácido de la lima. A mí me gusta más bien crudito, así que procuro tenerlo como máximo unos 15 minutos antes de colocarlos en los bowls. 

Cortamos los cherry en cuartos, desgranamos la granada y cortamos el aguacate en gajos, dejando este último con un poquito de sal y limón para que no se oxide, y sacamos las algas wakame de su envase. 

Empezamos a montar el poke: Primero ponemos una base con la quinoa, y encima vamos poniendo en cuartos una porción de salmón escurrido (el aliño sobrante se guarda para regar el resto de los alimentos), el aguacate, los tomates cherry y las algas, dejando un espacio en el medio para poner la granada. 

Para nosotras es muy importante la estética de los platos, así que intentamos que los colores vayan alternados. 

Finalmente regamos con el aliño restante el resto de los alimentos y listo para comer. 

Es un plato con mezcla de superalimentos: proteínas, cereales, fruta, verdura... poco podemos decir de sus propiedades. Es un plato muy ligero, completo y con un alto valor nutricional. Solo tenemos que poner los ingredientes que más nos apetezcan y a disfurtarlo!